Diversas investigaciones demuestran que la ansiedad tiene una gran incidencia en la calidad de vida de las personas con TEA

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La ansiedad es un trastorno común en las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Según investigaciones recientes, la prevalencia de la ansiedad en personas con TEA es significativamente mayor que en la población general.

Un estudio publicado en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica en 2018 encontró que el 40% de los participantes con TEA tenían un trastorno de ansiedad clínica, en comparación con el 14% de los participantes sin TEA. Además, se ha encontrado que las personas con TEA tienen una mayor tendencia a experimentar ansiedad social y fobia social.

La ansiedad también puede tener un impacto significativo en el bienestar y la calidad de vida de las personas con TEA. Un estudio publicado en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental en 2020 encontró que la ansiedad en personas con TEA se asocia con una mayor dificultad en las actividades cotidianas, una peor calidad de vida y una mayor carga para los cuidadores.

¿Por qué las personas con TEA son más propensas a experimentar ansiedad? Algunos investigadores creen que esto se debe a la dificultad que las personas con TEA tienen para procesar la información social y emocional. Las personas con TEA pueden tener dificultades para interpretar las señales sociales y las emociones de los demás, lo que puede llevar a la confusión y el estrés.

Otro factor que puede contribuir a la ansiedad en personas con TEA es el aumento de la sensibilidad sensorial. Muchas personas con TEA experimentan hipersensibilidad a los estímulos sensoriales, como la luz, el sonido y el tacto. Esto puede aumentar la ansiedad y el estrés en situaciones sociales o en entornos ruidosos o abarrotados.

Afortunadamente, hay tratamientos disponibles para ayudar a las personas con TEA a manejar su ansiedad. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque común utilizado en la terapia para la ansiedad en personas con TEA. La TCC se centra en ayudar a las personas a identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos que contribuyen a la ansiedad.

También se ha encontrado que la terapia ocupacional y la terapia de integración sensorial pueden ser efectivas para reducir la ansiedad en personas con TEA. Estos enfoques se centran en ayudar a las personas a regular sus respuestas sensoriales y emocionales.

En resumen, la ansiedad es un trastorno común en personas con TEA y puede tener un impacto significativo en su bienestar y calidad de vida. Es importante que las personas con TEA reciban tratamiento para su ansiedad y trabajen con profesionales de la salud mental que estén familiarizados con las complejidades del TEA.

Proyecto Estado emocional

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